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jueves, agosto 13, 2009

QUERIDA GENTE


correo enviado a mediados de agosto del 2006

Este correo se lo envié a mis hermanas y algunas amigas al día siguiente que llegamos a Phoenix al regreso de unas vacaciones por Europa, con Fernanda, mi cuñada y su esposo Armando, Mi marido Fernando y mi hijo Antonio, Aleja estaba viviendo alla.
Ahora lo comparto con ustedes.
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Querida gente, sepan que los quiero y me acuerdo de ustedes siempre. Peripecias son las que pasan cuando uno viaja, además de aguantar a mi viejo Ogro y a mi joven Ogrito, todo lo demás ha estado de maravilla, ya vamos de regreso, resulta que llegamos al aeropuerto de Paris y Verónica González (yo) estaba en lista de espera, nos ofrecieron €600 por mi y €150 por cada voluntario que se quedara, (estaba sobre-vendido el vuelo) me hubiera quedado encantada, con el ogro mayor, además también nos ofrecían, hotel y comidas, toda una ganga, Armando se ofreció, a ver por Tony en el regreso, pero el Don no quiso.
Ahí empezamos a pasar las revisiones de los aeropuertos, me catearon y casi me quitan hasta los chones, porque a la mendiga maquinita se le ocurrió pitar cuando pasé, lastima que era mujer la que me reviso, a Fernanada le quitaron un sacacorchos y a Fernando otro, los traían en la mochila de mano, estos habían sido buscados, por toda Francia, según esto, muy especiales y buenos, pos si, se quedaron en el aeropuerto, todo esto sin tener yo el lugar seguro en el vuelo, si no pos me quedaría en la puerta viéndolos irse. Hubiera descansado de todos, no se me hizo, si hubo cupo.

Ahí vamos, en un camioncito que nos paseo mas de media hora, en ese momento estaba segura que el chofer, no tenia idea de donde estaba el avión al que nos llevaba, también, pensé que me iban a dejar de nuevo hasta el depa de Ale, pero de pronto encontró el avión, ahí nos bajo.
Mi asiento, por supuesto, no estaba junto con los de mi grupo, fue bueno, era de los de enfrente, podía levantarme fácil, el inconveniente fue, que a mi izquierda iba una adolecente gringa enojada con su papá, lloraba y hablaba sola, quería que me cambiara de lugar para que su “dady” estuviera junto a ella, por supuesto que no me deje, y a mi derecha, un negrote, del tamaño de Michel Jordán, a la hora de la cómida me sentía un poco apretada, fue entonces que decidí ir a sentarme junto al Ogro, deben saber que con los problemas para abordar, las relaciones chino-soviéticas, se pusieron tensas, pero hice de tripas corazón y me fui a sentar con el.....
¡¡¡ ERROR !!!! Del otro lado venia a una gorda, pero déjame que te diga gorda, además, creo que tenia lombrices, se movía mucho, mi pobre muslo izquierdo, quedo morado de tantas pellizcadas que me daba entre nalga y asiento cuando se movía.
Después de las 9 interminables horas de vuelo, llegamos con una hora de retraso, en Dallas teníamos tres horas para recoger equipaje y documentarlo para Phoenix. Pero, si le quitamos una, que traíamos de retraso, quedaban 2, si a esas le quitamos otra para llegar a la revisión, nos quedaba una y si a esa le quitas que al gringo no le gusto el papelito que llenamos y nos regreso a llenar otro nos quedaron 15 minutos. Solo 15 minutos, perdidos en ese aeropuerto que parece ciudad, corrimos a buscar, donde suponíamos estaba nuestro equipaje, por fin a la tercera banda ¡aleluya!, nuestro equipaje distribuido en los cuatro puntos cardinales de dicha banda, sale, cada quien por su maleta, a correr para dejarlo, Dios sabe donde, pero donde se tenia que dejar, un negro recogiendo maletas por ahi por donde corriamos, nos dijo “si aquí es acérquenlo, déjenlo”, pos así fue y corre al avión, ¿Dónde? Quien sabe, a preguntar, tomamos un metrito que nos dijeron, se bajan en la quinta parada, súbete, (me senté desparramada como un minuto), bájate, y ahora...? que para allá, unas escaleras eléctricas así como de tres pisos (Fernanda, que no había podido caminar en todo el viaje y se quejaba, traía el apuro de ver a su hija, bueno pues solo se le movían las nalgas de un lado para otro, y aunque no lo crean iba mas de 100 metros adelante de nosotros), ¡alabado! Llego a la entrada del avión, detrás nosotros, si, solo nosotros faltábamos, nos estaban esperando, nos sentaron hasta la colita del avión, ahí fueron 3 y media horas de vuelo, sacando cuentas llegamos a Phoenix después de 20 horas de andar batallando.

Y que creen?... no llego el equipaje. Entonces, nos dieron a cada uno, una bolsita con un cepillo de dientes, marca triple patito, un desodorantito, una pastita de dientes, una mini bolsita de detergente, para lavar los chones, que de por si ya venían reciclados después de tantos días de viaje. Supuestamente, a eso de las 11 de la mañana estarán nuestros velices aquí
Llegamos al hotel, a eso de las 11 de la noche, 2 de la tarde en parís.
¡Zas! Un contratiempo más, las llaves del carro, Fernanda las dejo en el veliz, no tenemos carro.
¡Que como dormimos? Bueno pues, lavamos nuestros chones y calcetines, nuestros dientitos y desnuditos, lastima porque solo nos acostamos a dormir, muuy cansados.
Hoy me desperté temprano baje a tomar café, y me he llenado mas de 4 tazas, allá en las Europas, un café cuesta €2.50 el mas bará, por supuesto sin re-fill, ¡que cosa!, así, que me he dado vuelo tomando café.
Saluditos Verónica
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Finalmente llegó nuestro equipaje, con todo y llaves del carro, terminamos nuestro viaje, en santa paz.