La entrada de un año nuevo es tan emotivo para mi, recuerdo cuando era niña los abrazos de papá de mamá, mis hermanas del tío Julio y la tía Lucha de mis primos, siempre con lagrimas de emoción, pasan los años y sigue siendo así, sin decirnos nada confirmamos ese amor incondicional, carnal y sanguíneo que nos tenemos, haciendo a un lado cualquier desacuerdo o diferencia, en ese abrazo, nos perdonamos, nos aceptamos como somos y solo porque si.
2008 fue de mucho aprendizaje, de duelos. Mamá se fue una tarde lluviosa de septiembre, después de que expiro, la lluvia ceso y salió el arcoíris, pienso que fue la forma de decirnos “estoy bien”. También perdí la poca candidez que podía tener a mis 53 años, con ella se fue la confianza y la paz. Ahora que, mi lema siempre ha sido:
“lo peor que te pueda pasar en este mundo es para algo bueno, saquemos lo positivo y aprendamos la lección”
Gane sabiduría y fortalecí el espíritu, las aguas siempre regresan a su curso, la paz esta regresando a mi.
Este fin de año fue diferente, sabia que así seria, pero no contaba con mi amigo destino que lo hiso aún mas diferente, murió un primo político de Fernando el 31 de diciembre a las 3 de la tarde, recibimos el año en la funeraria acompañando a los deudos, ni siquiera me di cuenta en que momento dieron las doce, no hubo abrazos y felicitaciones, fue un panorama tan triste, la hija mas pequeña de este señor, de apena 14 años, estaba tan desolada, tan afectada que mi mente envuelta en tantos pensamientos juntos, paradójicamente casi estaba en blanco, a las 2 de la mañana llegamos a casa de Marga, nos recibieron con felicitaciones y abrazos, fue diferente, muy diferente a mis pasados abrazos de año nuevo.
2009 conocerá a una nueva Verónica. Cierto es que jamás dejamos de aprender, además con el tiempo mi capacidad de sorprenderme aumenta, deseo sorprenderme a mi misma, deseo saber aprovechar mis lecciones y sacarles el mejor provecho.
Deseo que todos tengamos un buen año sin importar los acontecimientos que se nos presenten.
Deseo…
